Claro que no es para considerarse algo sin importancia, no las considera como unas simples preguntas.
El proceso de aprendizaje no puede ser denotado como superficial, al contrario pocas veces reflexionamos o comprendemos como el ser humano aprende, pues el desconocimiento de las teorías cognitivas nos hace iletrados en ese sentido.
Es conveniente examinar la naturaleza del conocimiento y no sólo utilizarlo como una herramienta disponible (Edgar Morin); así los saberes implícitos en la competencia considerarían un meta conocimiento en el que se es capaz de reconocer e identificar el error y la ilusión, y un saber estratégico, que hace "referencia al saber implícito del experto que está en la base de su capacidad de utilizar conceptos, hechos, y procedimientos a fin de realizar tareas y resolver problemas".
El evaluar el conocimiento no debe basarse tan sólo en lo conceptual, pero cómo evaluar los procedimientos, actitudes y valores de los alumnos, cuando en ocasiones no somos justos y nos dejamos llevar por situaciones ajenas o que influyen en una ponderación. La evaluación es uno de los temas más complejos del quehacer educativo por qué en él intervienen factores institucionales, ideológicos, metodológicos y personales.
La evaluación no sólo consiste en aplicar técnicas novedosas, sino que debe llevarse a la reflexión en torno a ella desde el servicio docente, sin dejar de considerar el contexto que la rodea. Calificar, medir, acreditar, certificar,
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Buen día maestro Rodrigo:
ResponderEliminarMuy completo su trabajo. Me parecen pertinentes todos sus comentarioa, sin embargo quiero hacer una observación referente a que para poder evaluar a un estudiante no solamente media el procediemitno del maestro sino tambien otros factores como por ejemplo los propios reglamentos institucionales.
Yo he podido comparar entre dos sistemas de educación para los que trabajo: el del colegio de bachilleres y el correspondiente a los CBTIS. Desde mi muy particular punto de vista el reglamento del colegio es más estricto, el de la DGETI es más flexible en el sentido de que los estudiantes tienen más opotunidades para acreditar una asignatura antes de causar una probable baja de la institución. Con relación a esto, he observado que los alumnos de colegio de bachilleres, conscientes de su condición, se preocupan más por la acreditación de la signatura y por consiguiente, los índices de aprovechamiento son mayores, contribuyendo con ello a menores índices de baja por no acreditación. ¿Hasta ahora estos dos subsistemas todavía no han llegado a un acuerdo en la estandarización de los reglamentos de evaluación? ¿Será pertinente esa estandarización?
Le saludo con afecto